Biblia para Niños -3: “ Más fuertes, alegres y amorosos”.

         Para formar, en nuestros hijos, valores y principios que los hagan más fuertes, alegres y amorosos, tenemos que construir en ellos una fe sólida que les ayude efectivamente a tener y conservar esos principios y valores, que sin duda los llevarán a ser más fuertes, alegres y amorosos. Es un círculo virtuoso, que no tenemos que olvidar. Dios quiere que seamos felices, por eso nos pide que seamos bondadosos. Dios quiere que nos realicemos plenamente, y por eso nos pide que escuchemos a su Hijo.

    Cada día nos bañamos, cada día alimentamos nuestro cuerpo, cada día estudiamos o trabajamos. Así, cada día debemos fortalecer Fe y valores. Nadie se hace médico estudiando de vez en cuando. Así nadie se hace una persona íntegra, realizada, con una Fe sólida, si se alimenta solamente con la clase de religión una vez a la semana. Cada día un ladrillo, quince minutos. Detenernos para recordarle a nuestros hijos quienes somos, de donde venimos, y hacia dónde vamos. Dicen que la educación se aprende en casa, y es muy cierto. Lo mismo para la Fe y los valores.

     Busquemos ejemplos entretenidos, preguntas simpáticas, o textos breves y precisos, diciendo: “Hoy el Señor nos quiere enseñar que si ayudamos a los demás, vamos a recibir cariño a cambio, y la satisfacción de haber cooperado con un granito de arena a hacer un mundo más humano”. Otro día puede ser una frase del Evangelio de cada Día, solo una, y decirles: “Jesús nos recuerda hoy que Dios nos quiere como un papá, y que por eso nos espera en el Cielo”. Y se puede terminar con una breve oración para dar gracias por algo bueno vivido en el día, o por tener una casa y una familia, etc., pero solo un par de cosas cada día. Es la constancia y la repetición la que va inculcando los valores y la fe.

     Una buena ayuda son las Biblias Infantiles con Oraciones (siempre asociada a valores) o también las Cajitas de Oraciones para Niños.  Recomendación: elegir un texto, tarjetita u oración, y leerla en la mañana nosotros, papá y mamá, así durante el día vamos pensando qué y como le comentaremos a nuestros hijos, recordando una anécdota entretenida o ejemplo simpático. Idealmente acompañarlo con un pequeño altar familiar, que lo adornamos con una flor, una virgen bonita, la foto de los abuelitos más cercanos que hayan partido ya, y alguna pequeñita imagen de algún santo, como para hacer nuestra fe más visual y concreta: ellos están en el Cielo, junto a todos nuestros seres queridos. Debería haber también una Biblia, ojalá infantil o juvenil, para que los niños asocien siempre: Familia, Jesús, Oración, Iglesia, Amor, Palabra de Dios.

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Un fraternal saludo, Guido Pallavicini / Catequista.